Diseñar es un problema

Encontré este texto que fue parte del catálogo de la exhibición “La Tierra: una historia de cambios” que se montó en el Museo de La Plata en el año 2002. La exhibición fue la gran conclusión de un seminario organizado por la Fundación Antorchas y la Smithsonian Institution, durante dos años técnicos de unos treinta museos se reunieron en torno al desafío de describir la evolución de la Tierra. Lo escribí como reseña del método de trabajo y aunque fue hace una década creo que mantiene su vigencia. La estrategia que diseñamos puede ser adaptada por parte del equipo de trabajo de cualquier proyecto con el que se pretende mostrar algo o construir una experiencia.

Diseñar es un problema

Un problema que, más que una hoja en blanco, se presenta como una nebulosa de muchas opciones posibles. Frente al desafió las ideas surgen diluyendo el problema, permitiendo que las soluciones se acomoden, compitan, encajen y se fundan. Es común que las soluciones inmediatas sean las que lideren los proyectos; de manera selectiva optamos por la repetición, la copia o el seguimiento de viejos mandatos. Pero es tiempo de permitirnos escuchar nuevas ideas, indagar en alternativas inesperadas, explorar y atender puntos de vista dispares.

No es una tarea sencilla desobedecer a la verticalidad del pensamiento lógico para  navegar por ideas sin orden aparente. Es bien conocido el dicho de que todos los caminos conducen a Roma, agregaría que a veces tal vez sea más rico pasear por los aledaños que dirigirse directamente a destino. Establecer y comunicar una metodología de diseño que permita organizar la tarea, a su vez dar lugar al ensayo y el error, ha sido una de las misiones de este seminario.

Texto y contexto.

Las exhibiciones no están libradas a su suerte,  traen desde el inicio una fuerte carga argumental. Estos contenidos propios (el gran tema, los objetivos, los resultados de la investigación, la intención de narrarlo como exhibición, etc.) son el material principal  al que nos remitiremos para interpretar y construir el discurso, nuestro texto. Pero también están aquellos factores que constituyen el contexto del proyecto, los factores que condicionan al  diseño con variables que no son desatendibles. Rápidamente podríamos mencionar como parte de este contexto a los más evidentes: el lugar y el espacio, los destinatarios y su conocimiento previo, el lenguaje y los códigos de comunicación, la accesibilidad,  el presupuesto y también podrían influir la política nacional y hasta otros condicionamientos micro sociales insólitos.

El Seminario

Este seminario se inició en el Museo Lorenzo Scaglia de Mar del Plata. Durante los dos primeros encuentros se puso en contacto a los becarios con las oportunidades creativas que el proceso de diseño de una exhibición podría permitir. Se inició formando grupos que tuvieron la tarea de pensar en cuatro posibles argumentos para la misma exhibición a partir de las premisas de: Tiempo, Voces, Integración y Belleza.

De esta manera, el texto que refería al pensamiento científico y a la naturaleza como objeto de la ciencia, comenzó su desestructuración desde diferentes visiones. No hubo restricción para las presentaciones, dramatizaciones, dibujos y maquetas reflejaron que era posible apelar a muchos lenguajes para comunicar ideas.

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Con el transcurso de las reuniones y de los ejercicios se fue perfilando la narración del recorrido con sus sectores importantes y con sus contenidos focales. Entre los grupos se distribuyó la tarea de definir los temas y determinar el mensaje clave de cada sección y la relación de la colección con el espacio. Nuestra principal herramienta de trabajo fue la Matriz de diseño, el diagrama que a modo de grilla con sus columnas, que se utilizó para organizar la información considerada pertinente: mensaje, contenido, objetos, imágenes y primeras ideas de representación. La textualización del diseño permitió abarcar en un breve esquema la visualización completa del proyecto y los factores que condicionaban algunas decisiones. Este entrenamiento permitió que al final del segundo encuentro se obtuviera como resultado el diseño preliminar de la exhibición que se montaría durante el mes de noviembre del 2001 en el mismo Museo Scaglia.

3_sketch4 maqueta

El Contexto

Teníamos el texto de la exhibición, un discurso, una muestra dimensionada y realizable. Inesperadamente en nuestro cuadro de pertinencias, la matriz de diseño, apareció una nueva columna a completar, nuestra variable inesperada: el seminario y su exhibición se trasladaban al Museo de la Plata.

El Museo de la Plata

Si bien teníamos una exhibición, ahora esta debería adaptarse al nuevo contenido y visión aportados por el Museo de la Plata. Las características únicas del edificio del Museo, su poderosa historia y generosa colección pusieron a prueba a los becarios que nuevamente enfrentaron un problema de diseño. Durante los últimos meses habían tenido oportunidad de crear algo que antes no existía. Se habían consensuado alternativas, optimizado las propuestas, se había encontrado una de las soluciones.

La experiencia adquirida fue decisiva para que en breve tiempo el diseño de la nueva exhibición se pusiera en marcha. Fueron días de debate, discusión y encuentros interdisciplinarios. En pos del discurso de la exhibición se charlaba con investigadores del museo, se relevaba la colección y se arriesgaban sobre el mismo piso de la sala las primeras líneas de recorrido de la muestra. Nuestra nueva Matriz contaba con cuatro secciones de exhibición: Introducción, Cambio, Diversidad y Ecología. El último día del encuentro contábamos ya con el  dibujo del primer esquema de partición del espacio, la exhibición con los sectores temáticos  basados en los diagramas de contenido realizados por los grupos.

5 burbujas6 reunionAl centro, Jim Volkert, Magdalena Mieri y yo, docentes.

Los meses siguientes fueron dedicados a la composición general del proyecto, unir las piezas estructurales, ambientar los temas y permitir que la sutileza haga su trabajo. Arduas reuniones plenas de coincidencias y disparidades, cantidad de ideas volcadas al papel, horas de correo electrónico y teléfono dieron forma final a esta exhibición -que al final de escribir este artículo aún carecía de titulo.

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 Si tuviera que elegir momentos claves de la exhibición, detalles o ideas sugerentes, elegiría a las vitrinas inicial y final de la muestra. La primera, con la colección de piedritas que el niño Francisco Moreno a los nueve años recogía con curiosidad en los bosques de Palermo, y la otra, con la colección con la que, muchos años después ya investigador y perito, el mismo Moreno dio inicio al imponente Museo de la Plata.

Claudio Tam Muro, San Carlos de Bariloche, 2002

Dedicado a la memoria de Carolyn L. Rose
Carolyne

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