¿Una visita al museo guiada por alguien que no tiene nada que ver con el museo?
Una visita guiada por alguien que se ha apasionado, pero que a su vez no está envuelto en discursos prefabricados acerca de cómo deberían ser las cosas, acorde a los estándares que van dictando las modas y el manual del buen divulgador y consumidor de «cultura».
¿Por qué no? Esto podría ser parte de lo que se llama hoy hackear a los museos.