Dedicado a las conversaciones con mis amigos y colegas
Elaine Gurian, Magdalena Mieri y Jim Volkert.
Los medios, al modificar el ambiente,
suscitan en nosotros percepciones sensoriales de proporciones únicas.
La prolongación de cualquier sentido modifica nuestra manera de pensar y de actuar
–nuestra manera de percibir el mundo. Cuando esas proporciones cambian,
los hombres cambian.Marshall Mc Luhan, 1967
Mi mesa de trabajo está cubierta de objetos –a veces creo que mi interés por los museos deriva de mi propia pasión coleccionista-. Lapiceras, libretas, piedritas, estatuillas, fotos, libros, textiles, tazas, papeles escritos y artilugios digitales y mecánicos son parte del microcosmos del que me rodeo durante el día. Todos nos rodeamos de objetos. Artefactos y naturalezas modificadas, destinados a los usos más variados, aunque podría decirse que, en el fondo, fueron destinados para hacernos compañía. Muchos de ellos en su singularidad poética podrían evocar, como las imágenes, en quienes no nos conocen, pensamientos sobre nuestros lugares e ideas sobre nuestras creencias y maneras de ordenar el mundo. Los objetos son testigos de los hechos, tienen el poder que el uso les ha dado. Nuestros objetos pueden describirnos.
Sin embargo, un objeto exhibido en un museo, con su rótulo en una vitrina, a veces parece perder este carácter práctico y de relación, para convertirse en una totalidad presente y aislada. El objeto permanece estático, mudo y sin compromiso, con el aura que le da el haber funcionado en el pasado, con su autenticidad a cuestas. Esta es la paradoja.
Seguir leyendo «Diseños de exhibiciones: aproximación a un método»