«Cuando visitamos una exhibición, ya sea en una galería o una sala de museo, por lo general tenemos una primera aproximación al tema a través de percepciones globales. Nos influencian las proporciones del espacio, el color, el brillo y las penumbras, los ruidos, los títulos. Esta primera impresión sensorial es la que nos debería predisponer emocionalmente para  involucrarnos con el tema. Una vez  en la exhibición vendrán las aproximaciones particulares que, entretejidas en un discurso, contribuirán a envolvernos en la experiencia. En otras palabras la exhibición se nos ofrece a los sentidos a la manera de un campo de observación estructurado por donde nos movemos como exploradores.»

Tam Muro