Paisajismo

Una exhibición es un campo de observación y experiencia estructurado con la forma de una narración: una historia como paisaje. Se comunica el conocimiento, o al menos deberíamos, con la alegría de compartir y no de jactarnos de lo que sabemos. Para que esto ocurra es imprescindible la interpretación narrativa, componer un relato que emocione por el descubrimiento y que apunte al logro personal de cada persona. No basta con el resultado frío de la investigación para argumentar el discurso de la exhibición, es preciso componer una jerarquía informativa que se base en el anclaje a los posibles conocimientos previos y que a su vez deje lugar a la imaginación. En palabras de Marc Augé:

“Para que haya un paisaje, no solo hace falta que haya mirada, sino que haya percepción consciente, juicio y, finalmente, descripción. El paisaje es el espacio que un hombre [o una mujer] describe a otros hombres [y mujeres]. Esta descripción puede aspirar a la objetividad o a la evocación poética, indirecta, metafórica. El poder de las palabras es necesario cuando quien ha visto se dirige a quienes no han visto. Para que las palabras tengan el poder de hacer ver, no es suficiente con que describan o traduzcan: es preciso, por el contrario, que soliciten, que despierten la imaginación de los otros, que liberen en ellos el poder de crear, a su vez, un paisaje”.
– Marc Augé, El tiempo en ruinas, 2003