En todo ejercicio de diseño hay ciertas prácticas que son recomendables por ser útiles para dar fluidez a la tarea de otorgar sentido y vivencia al proyecto. Estas prácticas se suceden, se superponen y muchas veces es necesario reiterarlas. Refieren a cinco acciones que son empatizar, definir, idear, ensayar y evaluar. Frente a cada una hay ciertas cuestiones que ameritan las preguntas:
Empatía
¿A quienes vemos en el museo y a quiénes no? ¿Por dónde se mueven en el museo los visitantes, todos los lugares son accesibles para todos? ¿Cuánto permanecen, necesitan descansar? ¿Qué tipo de objetos prefieren distintas personas? ¿Qué saben? ¿Qué les gustaría saber? ¿Necesitan saber?
Ser conscientes de a quiénes nos dirigimos, indagar en sus conocimientos y experiencias previas, sus necesidades y expectativas. Así como nos figuramos un receptor universal del diseño también pensamos en invitados concretos dentro de las generalidades.
Definición
¿Cuál es la idea principal y cuál es el mensaje? ¿De qué se trata la historia, sobre qué no trata? ¿Cuál es el punto de vista? ¿Por qué lo hacemos aquí y ahora?
Encuadrar el carácter del proyecto y construir sentido a partir de la información, sintetizar, descubrir patrones y hacer conexiones. Enunciar cuál es el desafío, qué es lo que nos apasiona contar y por qué.
Ideación
¿Cómo puedo asociar la experiencia y el conocimiento previo del visitante? ¿Cómo puedo utilizar las metáforas? ¿Cómo puedo evocar sentimientos o recuerdos? ¿Cómo puedo incorporar actividades para la familia? Además del texto ¿qué otros recursos puedo utilizar para comunicar? ¿Qué logros puede alcanzar el visitante?
Alentar y germinar la mayor cantidad de ideas y soluciones posibles para luego escoger de entre ellas. Divergencia y convergencia, guardar el tamiz chico para el final.
Ensayo
¿Se entenderá el texto de estas instrucciones? ¿Es visible, será adecuado para una persona sentada o un niño? ¿Cómo podría sostener a este objeto? ¿Cómo podría funcionar el mecanismo? ¿Provocarán reflejos las luces, esta iluminación será lúgubre? ¿Será estable el pedestal? ¿Qué se verá desde el ingreso?
Producir prototipos o concebir situaciones, construir maquetas y modelos de manera sencilla y económica para materializar las ideas con anticipación. Construir para pensar y ensayar para aprender.
Evaluación
¿Es espontánea la comprensión del mensaje, que ideas genera? ¿Tiene fuerza expresiva la disposición y agrupación de los objetos? ¿Se entienden los títulos como síntesis narrativa? ¿Es amigable la interacción? ¿Qué sentimientos provoca el ambiente? ¿El audio es invasivo?
Evaluar los prototipos a través de la observación de cómo las personas interactúan, interpretan o se sienten con nuestras ideas. La participación de los usuarios en la evaluación nos brinda una nueva oportunidad para practicar la empatía y conocer mejor a quiénes nos dirigimos.